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Malvinas: el negocio de un conflicto (página 2)



Partes: 1, 2

El clima está caracterizado por
una estrecha amplitud térmica, que varía desde los
24º C en enero a 5º C bajo cero en julio, con una
temperatura promedio anual de
aproximadamente 5,6º C. La sensación térmica suele
ser inferior debido al viento. La lluvia es escasa, de 625
milímetros al año en Stanley1.

El sistema de gobierno consiste en un
gobernador, consejo ejecutivo, consejo legislativo,
municipalidades y un tribunal supremo2. La
legislación está basada en una constitución propia. La
constitución incluye el derecho a la autodeterminación
de los isleños. El gobernador preside un consejo ejecutivo
compuesto por cinco miembros: tres electos y dos honorarios (el
director ejecutivo y el secretario financiero). Además, el
procurador general y el comandante de las fuerzas británicas
en las Islas Malvinas participan por
invitación. El consejo legislativo tiene ocho miembros,
además de los dos miembros honorarios del consejo ejecutivo,
elegidos por sufragio universal adulto y es
moderado por uno de ellos. Como es usual en territorios
británicos de ultramar, los consejeros electos tienen una
gran responsabilidad por la
conducción de los asuntos de sus territorios. El gobernador
está obligado a consultar al consejo ejecutivo para cumplir
sus funciones (excepto en ciertas
circunstancias, como defensa y seguridad, en las que debe
consultar al Comandante de las Fuerzas Británicas en las
Islas). Si bien tiene el poder constitucional para
actuar sin seguir las indicaciones del Consejo Ejecutivo,
está obligado a informarlo inmediatamente al Gobierno
Británico. El gobernador es responsable de la política exterior.

1 Sitio web, Malvinas, Falkland Islands
Government, http://www.falklands.gov.fk/location.php

2 Sitio web, Londres, Foreign and Commonwealth Office, http://www.fco.gov.uk

3 Crosby, Ronald, El reto de las Malvinas, editorial
Plus Ultra, Buenos Aires, 1968, p 19

* El sitio web del Foreign Office da un valor distinto para el censo
de 2006, pero opté por tomar el valor directamente del
Gobierno de las Islas Malvinas

ECONOMÍA DE LAS MALVINAS ENTRE
1900 Y 1980

Este período estuvo caracterizado por una lenta
disminución de la población de ovinos y al
fracaso de varias industrias livianas relacionadas
con la producción de alimentos. Estratégicamente,
la importancia de las Islas disminuyó hasta situarlas en una
posición absolutamente marginal.

En el siglo XIX, las Malvinas se constituyeron en una base de
reaprovisionamiento para los barcos que navegaban a través
del Estrecho de Magallanes. Por otra parte, también operaban
desde las Islas los cazadores de ballenas y de focas. Sin
embargo, desde principios del siglo XX, estas
actividades desaparecieron1. Con la apertura del Canal
de Panamá, el tráfico
mercante se desvió a través de América Central y
dejó de repostar en las Islas. Sólo recuperó algo
de interés con el cierre del
Canal de Suez en 1967 y la aparición de barcos que superaban
las dimensiones máximas para usar el Canal de Panamá y que, por
consiguiente, se veían forzados a navegar por el extremo
austral de América2. Por otro lado, se
prohibió la caza de focas y la ballena dejó de ser un
recurso importante en la economía. Esto dejó
como única actividad la cría de ovejas1.

En 1898 la población ovina en las islas era de 807000
animales, pero a principios
del siglo XX sufrió una brusca disminución, hasta que
finalmente se estabilizó en 19361. En 1974/1975
era de 644014 cabezas, lo cual representa una disminución
del 24,7%. La razón principal fue el mal aprovechamiento del
suelo. En lugar de subdividir
los campos, las ovejas eran dejadas libres para recorrer toda la
propiedad, con lo cual el
suelo no podía descansar. Por otra parte, hubo un abuso de
la práctica de quemar los campos. El objetivo de esta práctica
es quemar los yuyos duros y dejar crecer las hierbas blandas,
pero sólo debe usarse como último recurso y no como una
práctica constante. Esto dependía de cada propietario.
En ese sentido, había algunos más cuidadosos.

Sin embargo, la reducción de la población ovina no
afectó negativamente la producción de lana. En el
gráfico 1 se puede apreciar la disminución de la
cantidad de ovejas esquiladas entre 1909 y 1978. Sin embargo, en
el gráfico 2 queda de manifiesto que la producción de
kilos de lana no tiene grandes variaciones, excepto para el
período comprendido entre 1919 y 1923, pero esto puede
deberse a una circunstancia particular del momento. El hecho de
que la cantidad de ovejas esquiladas disminuya pero la
producción se mantenga se explica por el aumento de la
productividad de lana por
animal, que pasa de aproximadamente 3 kilos por oveja a 3,8 kilos
al final del período. Si se tiene en cuenta que el precio del kilo de lana
prácticamente no varió durante este período, se
puede concluir que la producción de lana siempre ha rendido
aproximadamente lo mismo, si bien poco a poco se fue mejorando la
productividad y disminuyendo el volumen de ovinos esquilados. Sin
embargo, entre 1963 y 1968, el costo de producción
aumentó un 22%, con lo cual el margen de ganancia se redujo
considerablemente.

1 Crosby, Ronald, El reto de las Malvinas, editorial
Plus Ultra, Buenos Aires, 1968, pp 20-26

2 Insulza, José Miguel, "Seguridad en el Atlántico
Sur: nuevas percepciones" en Borón, Atilio y Faúndez,
Julio, Malvinas hoy: herencia de un conflicto,
Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989 pp 247-250

La unidad productiva principal en las Islas es la estancia.
Debido a la falta de caminos interiores, el casco está
situado en la costa, desde donde se traslada la lana por barco a
Stanley. Las estancias están bien equipadas, con electricidad y agua potable. Sin embargo,
el trabajo es principalmente
manual y poco tecnificado.
Pese a eso, las condiciones laborales para los peones son buenas,
debido a la falta de mano de obra. Sólo en algunas estancias
se han hecho experimentos tendientes a mejorar
la producción con mejores técnicas de cultivo de
pastos y de cruza de especies.

Uno de los principales problemas que tiene la
población de las Islas es que hay una sola
compañía de transporte, la Falkland Island
Co. (fundada en 1851) que lleva la lana a Inglaterra y vuelve con productos manufacturados.
Además, es dueña del 46% de la tierra1, la
cual produce muy poco por unidad de área. Sólo cuatro
de las 29 estancias no venden su producción mediante la
Falkland Island Co. Asimismo es una sola la compañía
que remata la lana en la metrópolis. Por esta razón, el
costo del flete para la
mercadería es muy alto. Desde que se empezó a volar
regularmente desde Comodoro Rivadavia, la dependencia exclusiva
de esta compañía de transporte se redujo.

En este período hubo intentos de industrializar la
producción en las Malvinas, pero fracasaron. Entre ellos, el
envío de carne de oveja congelada, carne enlatada,
jabón, vidrio y algas. Si bien todos
esos productos eran manufacturados a partir de materias primas de
las Islas, sufrían la falta de competitividad. Esto se
debía a que el costo de producción era enorme, porque
debido a la falta de mano de obra, los salarios eran altísimos, al
punto que resultaba más rentable enviar las materias primas
y manufacturarlas en Inglaterra. Al respecto, Crosby recomendaba
importar mano de obra más económica desde la Argentina.
Otro obstáculo que impidió la industrialización
fue la falta de fuentes de energía.

Crosby proponía varias soluciones para los problemas
económicos de las Malvinas. Una de ellas es exportar
embriones de ovejas. Se trata de un producto con un alto valor
pero que ocupa muy poco espacio, con lo cual se reduce el costo
del flete y aumentan las ganancias. También consideraba
exportar carne congelada, pero para ello habría que
introducir razas de carne, lo cual reduciría la calidad de la lana. Otra
propuesta consistía en explotar el petróleo o el krill. Por
el contrario, la pesca con flota propia no era
considerada, porque no ofrece ninguna ventaja frente a los
puertos argentinos. Por último, el autor proponía
fomentar el turismo, para aprovechar las maravillas
naturales. Sin embargo, planteaba la necesidad de construir la
infraestructura necesaria.

Respecto del petróleo, tal vez el
recurso más codiciado de las Malvinas desde la década
del 70, en este período hubo algunos intentos de explotarlo,
pero no dieron frutos2. En 1972 se descubrió un
yacimiento en la Patagonia, lo cual animó
a Estados Unidos y Canadá a
pedir licencias para explorar las Malvinas. En 1975, se
entregó un informe geológico sobre las
Malvinas donde se informaba que podría haber depósitos
en la zona oriental. Ese mismo año, el Senado argentino
declaró que el petróleo de las Islas es
argentino y las concesiones que había hecho el gobierno
insular a compañías privadas no eran válidas. En
1976 se conoce el primer informe Shackleton, el resultado de una
larga exploración del subsuelo de la plataforma continental
que rodea las Malvinas. Notablemente, el gobierno británico
estudia explotar los yacimientos petrolíferos en
cooperación con la Argentina. Esta postura se mantuvo
incluso hasta después de la guerra. En 1985, Sir Geoffrey
Howe anunció que el Reino Unido no estaba dispuesto a
negociar la soberanía de las islas,
pero sí la explotación conjunta con nuestro
país.

1 Crosby, Ronald, El reto de las Malvinas, editorial
Plus Ultra, Buenos Aires, 1968, pp 31-54

2 Pinto, Mónica, "Islas Malvinas / Falkland,
Georgias y Sándwich del sur: algunas consideraciones
relativas a los hidrocarburos" en Borón,
Atilio y Faúndez, Julio,Malvinas hoy: herencia de un
conflicto
, Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989 pp
126-132

En este período, la presencia militar en las Islas era
mínima. Sólo había treinta infantes de marina y un
cuerpo de vigilantes voluntarios. Sin embargo, dado que la
criminalidad era muy baja, esto era suficiente.

Una característica de este período es la lenta
disminución de la población, que empezó en 1936.
En el gráfico 3 se aprecia perfectamente un aumento
rápido de la población durante el siglo XIX y
principios del XX, seguido de una lenta disminución de la
cantidad de habitantes. Esta tendencia se revierte luego de la
guerra: en 2006, la población alcanza su máximo
histórico, sin contar el personal militar destacado en la
base. Además, hay más hombres que mujeres en las Islas.
Esto implica que hay pocas familias, con lo que una gran parte de
la población no está arraigada en las
Malvinas1. Por otra parte, al analizar la cantidad de
población por edades, se nota que la mayor disminución
corresponde al segmento de población económicamente
activo.       

En promedio, 22 personas por año abandonaban las Islas en
el período entre 1900 y 1980. Las razones de este éxodo
son varias. En primer lugar, la falta de comunicación con otras
regiones (un problema frecuente de todas las islas pobladas). Las
familias con hijos a veces preferían emigrar, porque el
nivel de enseñanza era inferior al
de las escuelas argentinas. Recién a partir de 1980
empezó a funcionar una escuela de nivel secundario en
las Malvinas. Antes, el gobierno becaba a dos alumnos por
año para cursar la enseñanza media en Inglaterra. Los
demás debían costearse sus estudios. La falta de
enseñanza en las Islas hacía que los propios habitantes
no fueran idóneos para ocupar los cargos públicos, por
lo que los funcionarios raramente eran malvinenses y con más
frecuencia eran ciudadanos británicos, sin ningún
interés ni conocimiento de aquella
distante comarca. Esto causaba una cierta inestabilidad
política1. Cuando el joven terminaba su educación, se ponía de manifiesto
la falta de oportunidades en las Malvinas. Si bien la mano de
obra era escasa, no había muchos empleos que no fueran en el
campo. Independizarse era difícil, porque no había
tierra en venta. Fuera de la jornada
laboral, las opciones de
esparcimiento no eran muchas. En Port Stanley había una
biblioteca y una emisora de
radio. Tal vez por la falta de
actividades de ocio, el alcoholismo era un problema
importante1 y la causa del alto número de
divorcios.

El sistema de salud, si bien no era muy complejo,
cubría las necesidades inmediatas de la población.
Stanley contaba con un hospital general, que se dedicaba
principalmente a tratar enfermedades debidas al clima. Para
tratamientos de mayor complejidad, el paciente usualmente
tenía que viajar a la Argentina.

En definitiva, el nivel de vida en las Islas era alto. Los
trabajadores gozaban de altos ingresos y exención de
impuestos sobre artículos
de primera necesidad. Por otra parte, no había muchas
posibilidades de gastar el dinero en cosas superfluas,
debido a la falta casi total de posibilidades de esparcimiento.
Se puede decir que en este período el bienestar
económico que gozaban los trabajadores se veía opacado
por la falta casi total de horizontes de vida, más allá
del trabajo de campo.

ECONOMÍA DE LAS MALVINAS
DURANTE LA GUERRA

El costo de la guerra para el Reino Unido fue de mil
quinientos millones de libras, mientras que el costo de
reemplazar el material perdido ascendió a 1278 millones de
libras1. Sin embargo, prácticamente no hubo
ninguna repercusión en la población de las Islas.
Sólo tres mujeres murieron, víctimas del fuego
amigo2. Aún quedan en las Malvinas 125 campos
minados sin limpiar, los cuales causaron treinta muertes desde el
final de las hostilidades. Actualmente, entrar a un campo minado
es un crimen gravísimo en las Islas y es perseguido con toda
dureza por la justicia3.

Durante un breve período después de la guerra, el
gobierno de las Malvinas implementó una restricción al
comercio con Argentina. Sin
embargo, esto resultó más perjudicial para los
isleños que para los argentinos, dado que el comercio
recíproco era despreciable en la balanza comercial argentina,
pero muy importante para las Malvinas. Por otra parte, el
gobierno argentino dejó de cumplir el pago de sus deudas, lo
cual perjudicó aún más al Reino Unido.
Además, la negativa de Argentina de discutir el comercio con
las Islas sin discutir la soberanía y la negativa del Reino
Unido a tratar este tema hicieron que recién en 1986 se
restableciera el comercio recíproco4.

1 Freedman, Lawrence, Britain & the Falkland War,
Editorial Basil Blackwell, Oxford, 1988

2 Sitio web, Londres, Royal Air Force,
http://www.raf.mod.uk/falklands/rafetcroll.html

3 Sitio web, Londres, Foreign and Commonwealth Office,
http://www.fco.gov.uk

4 Thomas, Caroline y Hayson, Pamela, La relación
comercial angloargentina 1982-88" en Borón, Atilio y
Faúndez, Julio, Malvinas hoy: herencia de un
conflicto
, Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989 pp
166-170

ECONOMÍA DE LAS MALVINAS
DESPUéS DEL CONFLICTO

Después de la guerra, la economía de las Islas
mejoró sensiblemente, aunque la actividad agropecuaria e
industrial prácticamente no cambió.

En 1966, la Argentina instauró una Zona Económica
Exclusiva (ZEE) de 200 millas marinas desde la línea
costera, lo cual incluía el territorio de las Malvinas,
menos 3 millas marinas desde la costa insular, que eran
consideradas aguas territoriales. En la década del 70, la
producción de pescado de Argentina se incrementa al pasar de
cien mil a cuatrocientas mil toneladas entre 1970 y 1979.
Además, en ese período empiezan a operar en la ZEE
pesqueros uruguayos, polacos, japoneses y
soviéticos.1

El 12 de abril de 1982, el gobierno británico creó
una zona de exclusión marítima de 200 millas marinas en
torno a un punto imaginario que
correspondería al centro de las Islas (51º 40" S,
59º 30" W). Esta zona, conocida como FIPZ (Falkland Islands
Protection Zone), estaba vedada a buques de guerra y de apoyo
argentinos. Desde el 26 de julio, se extendió la veda a
cualquier tipo de barco o aeronave, tanto civil como militar, que
enarbolase bandera argentina. Sin embargo, el área se redujo
a 150 millas marinas. Cabe destacar que esta zona está casi
completamente comprendida en los límites de la ZEE argentina.
Ningún otro país tenía restricciones de
ningún tipo dentro de la FIPZ. Como la Argentina se
veía imposibilitada de ejercer su soberanía dentro de
la FIPZ, las flotas pesqueras se trasladaron hacia allí,
dado que podían operar sin control ni límite de pesca.
La pesca indiscriminada produjo un grave daño al ecosistema, según un
informe de la FAO.1

Esto terminó el 29 de octubre de 1986, cuando las
Malvinas reclaman una zona de pesca exclusiva de 150 millas
marinas, conocida como FICZ (Falkland Islands, Interim
Conservation and Management Zone). Desde el 1 de febrero de 1987,
el gobierno insular exige licencias de pesca. Esta medida es
puramente económica, dado que, al no imponer cuotas de
explotación, cualquiera que pague la licencia puede extraer
la cantidad de pescado que desee. Por lo tanto, la pesca
indiscriminada continuó. Para tener una idea de lo que
representan los derechos de pesca en la economía de las
Islas, baste mencionar que en 1986 el PBI era de 9,8 millones de
libras, mientras que en 1987 llegó a 30,7 millones de
libras1, de las cuales 13,7 millones provenían de
las licencias de pesca. Asimismo, se estima que el costo de
mantener la FICZ ascendió a 4 millones de libras ese mismo
año.2 Al ocupar la FICZ y la FIPZ la misma
área, se pueden aunar los recursos militares para ejercer
el control de ambas zonas. Actualmente, el producto bruto de las
Islas es de 75 millones de dólares por año, de los
cuales 40 millones provienen de los permisos de
pesca3.

1 Castillo, Lilian, "Los recursos pesqueros de la plataforma
continental patagónica: controversia y negociación" en Borón,
Atilio y Faúndez, Julio, Malvinas hoy: herencia de un
conflicto
, EditorialPuntosur, Buenos Aires, 1989 pp 79-92

2 Churchill, Robin, "Las cuestiones pesqueras en el sudoeste
atlántico: ¿medio u obstáculo para mejorar las
relaciones anglo-argentinas?" en Borón, Atilio y
Faúndez, Julio, Malvinas hoy: herencia de un
conflicto
, Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989 pp
93-110

Desde el punto de vista legal, La FICZ y la FIPZ no son
legítimas, porque perjudican la posición de la
Argentina. Un principio de derecho internacional,
sostenido entre otros por la ONU, consiste en que, en un
territorio en disputa, ninguna de las partes puede tomar una
medida unilateral que perjudique la posición de la otra
parte en esa área. Esto claramente no es respetado por el
Reino Unido, dado que estas zonas impiden a la Argentina ejercer
su soberanía y resguardar su patrimonio.

Sin embargo, el Reino Unido paga un alto precio por este
territorio de ultramar. En efecto, el costo de mantener la
guarnición militar oscila entre cien y doscientos millones
de libras al año1. Pero este costo es afrontado
por el Reino Unido, mientras que los beneficios de la pesca
quedan exclusivamente para los habitantes de las Malvinas.

En lo que respecta a la calidad de vida, el aumento
enorme de la recaudación aumentó en PBI per capita a
25000 dólares. Sin embargo, la variedad de actividades de
ocio que se pueden hacer en las Islas sigue siendo limitada.
Actualmente hay una estación de radio AM y siete FM,
televisión por cable
sólo en Stanley y un gran porcentaje de la población
está conectada a Internet (en 2002, 1900 personas tenían
acceso a la Red, lo cual representa aproximadamente el
70% de la población)2. También hay
actividades deportivas de interior y exterior en Stanley.

Actualmente, el crecimiento de la población es de 2,44%
anual, con lo cual se revirtió la tendencia al
despoblamiento que había antes de la guerra. Según el
censo de 2006, la población es de 2478 personas, excluyendo
los más de 1700 militares y civiles destacados en el
complejo Mount Pleasant21.

1 Churchill, Robin, "Las cuestiones pesqueras en el sudoeste
atlántico: ¿medio u obstáculo para mejorar las
relaciones anglo-argentinas?" en Borón, Atilio y
Faúndez, Julio, Malvinas hoy: herencia de un
conflicto
, Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989 pp
93-110

2 Sitio web, Langley, CIA Factbook,
https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/print/fk.html

3 Sitio web, Malvinas, Falkland Islands Government,
http://www.falklands.gov.fk/location.php

CONCLUSIÓN

La situación de las Islas justo antes de la guerra era
delicada. Si bien la disminución de la población no era
muy grande, agudizaba el problema de la falta de mano de obra.
Los costos de producción ya
eran enormes y hacían que la lana malvinense fuera poco
rentable. De no haber ocurrido la guerra, la población
podría haber disminuido lo suficiente como para que la
ganancia ya no compensase la producción, lo cual hubiera
acarreado la quiebra de varios productores y
posiblemente una ola de desempleo que hubiera forzado a
más gente a abandonar las Islas.

Por otra parte, la economía estaba ligada exclusivamente
a una única actividad, que además es de poco valor
agregado y está muy sujeta a los vaivenes del mercado. El precio de la lana no
varió mucho durante el siglo XX, pero los costos de trabajo en las Islas
aumentaron constantemente a medida que se reducía la
oferta de mano de obra, debido
a la disminución de la población. Los intentos para
diversificar la producción no dieron resultados, y el
petróleo, que era uno de los recursos más atractivos
para extraer, nunca se explotó. Por lo tanto, si bien nunca
hubo una crisis económica en las
Islas, podría haberse dado el caso de una baja en la
producción de lana o una disminución de la demanda que podrían haber
causado una fuerte caída de la economía.

Todo esto cambió después de la guerra. Actualmente,
el crecimiento de la población es positivo. Además,
están los efectivos destacados en la base militar, que
contribuyen con su presencia a la economía de las Islas.

Económicamente, ya no es la lana la única actividad
económica externa, sino que gran parte del PBI ahora
proviene de las licencias de pesca. Esta actividad tiene la
ventaja de que no requiere prácticamente inversión ni mano de
obra. Sin embargo, si los esfuerzos para evitar la
sobreexplotación de los recursos pesqueros no dan
resultados, podría reducirse la cantidad de empresas que obtienen licencias.
Ahora bien, cabe preguntarse si la instauración de la FICZ
estuvo relacionada de algún modo con la guerra. Antes del
conflicto, el gobierno de las
Malvinas mantenía un trato más cercano con la
Argentina, en parte debido al temor de que, sin contactos
comerciales con nuestro país, las Islas pudieran sufrir
desabastecimiento. Sin embargo, la guerra puso de manifiesto que
las Malvinas pueden cortar la dependencia con la Argentina sin
efectos negativos en su economía. Por otra parte,
aumentó mucho la presencia militar y económica del
Reino Unido en las Islas, por lo que se alejó el fantasma
del aislamiento. Estas razones pudieron haber animado al Gobierno
de las Malvinas a instaurar un sistema que atenta claramente
contra el patrimonio argentino, dado que cualquier sanción
económica que pudiera haber impuesto nuestro país no
habría tenido efectos notables en la economía (de
hecho, las restricciones al comercio casi no causaron ningún
efecto a los isleños).

Por lo tanto, es evidente que la situación de las
Malvinas mejoró mucho debido directamente a la guerra.
Exceptuando los escasos isleños que murieron o fueron
heridos durante el conflicto o al penetrar en campos minados, los
demás tienen un nivel de vida muy superior ahora que antes.
En definitiva, para ellos la Guerra de Malvinas
resultó un buen negocio.

BIBLIOGRAFÍA

Libros

  1. Castillo, Lilian, "Los recursos pesqueros de la plataforma
    continental patagónica: controversia y negociación"
    en Borón, Atilio y Faúndez, Julio, Malvinas hoy:
    herencia de un conflicto
    , Editorial Puntosur, Buenos Aires,
    1989.

  2. Churchill, Robin, "Las cuestiones pesqueras en el sudoeste
    atlántico: ¿medio u obstáculo para mejorar las
    relaciones anglo-argentinas?" en Borón, Atilio y
    Faúndez, Julio, Malvinas hoy: herencia de un
    conflicto
    , Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989
  1. Crosby, Ronald, El reto de las Malvinas, Editorial
    Plus Ultra, Buenos Aires, 1968

  2. Freedman, Lawrence, Britain & the Falkland War,
    Editorial Basil Blackwell, Oxford, 1988

  3. Insulza, José Miguel, "Seguridad en el Atlántico
    Sur: nuevas percepciones" en Borón, Atilio y Faúndez,
    Julio, Malvinas hoy: herencia de un conflicto, Editorial
    Puntosur, Buenos Aires, 1989
  1. Pinto, Mónica, "Islas Malvinas / Falkland, Georgias y
    Sándwich del sur: algunas consideraciones relativas a los
    hidrocarburos" en Borón, Atilio y Faúndez, Julio,
    Malvinas hoy: herencia de un conflicto, Editorial
    Puntosur, Buenos Aires, 1989
  1. Thomas, Caroline y Hayson, Pamela, La relación
    comercial angloargentina 1982-88" en Borón, Atilio y
    Faúndez, Julio, Malvinas hoy: herencia de un
    conflicto
    , Editorial Puntosur, Buenos Aires, 1989

Sitios web

  1. En línea, Londres, Foreign and Commonwealth Office,
    consulta 20/9/2007
    http://www.fco.gov.uk
  1. En línea, Islas Malvinas, Falkland Islands Government,
    consulta 16/9/2007
    http://www.falklands.gov.fk/location.php
  1. En línea, Londres, Royal Air Force, consulta
    20/9/2007. http://www.raf.mod.uk/falklands/rafetcroll.html
  1. En línea, Langley, CIA Factbook, consulta
    23/9/2007
    https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/print/fk.html

Anexos

Población

 

Año

Gente

1/1/1851

287

1/1/1861

541

1/1/1871

811

1/1/1881

1510

1/1/1891

1789

01/01/1901

2043

01/01/1911

2272

01/01/1921

2094

01/01/1936

2392

01/01/1946

2239

01/01/1953

2230

01/01/1962

2172

01/01/1963

2152

01/01/1964

2122

01/01/1965

2079

01/01/1971

2020

01/01/1973

1957

01/01/2006

2478

 

 

Autor:

Ricardo Daniel Barreiro Gramigna

Partes: 1, 2
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